Abogado de extradicion, lavado de dinero y trafico de drogas

Abogado De Extradicion,  Lavado De Dinero Y Trafico De Drogas Estados Unidos  España Colombia Messico Costa Rica Repubblica Dominicana Ecuador Perù El Salvador Guatemala Haiti Honduras Nicaragua Panama Belize

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No se exponga a fracasos irreparables, no corra riesgos innecesarios, no se vaya por las ramas: Para una representación efectiva en procesos de extradición por delitos de lavado de dinero y tráfico de drogas, asístase de un abogado especializado en esas áreas.  

Un abogado penalista ejercitado en representar a personas objeto de procesos de extradición reúne características o habilidades que lo hacen el letrado idóneo y preciso para casos de esa naturaleza.

La extradición es el mecanismo a que acuden los Estados para hacerse de un individuo que ha quebrantado la Ley en su territorio y se encuentra fuera de sus fronteras, inalcanzable para la justicia nacional. Sin embargo, la extradición lo hace aprehensible, y evita que la salida hacia otro país se convierta en un modo efectivo para quedar impune.


A pesar de que el proceso de extradición es previo al proceso penal en sí, es decir, a aquel en el que el individuo será juzgado por su crimen, el sujeto es oído durante la tramitación, y tiene derecho a participar mediante representación letrada.

La extradición entonces tiene que ser vista como una figura jurídica del derecho penal, pero que requiere de habilidades especiales para desempeñar la representación de una persona reclamada por esa vía, puesto que se encuentra involucrada la voluntad política de los Estados partes, y cuánto la misma se encuentra inclinada a la cooperación en materia de justicia penal.

En la extradición entran en juego dos valores igualmente importantes, y que en muchos casos llegan a   contraponerse entre sí: El espíritu de colaboración entre Estados y la salvaguarda de los derechos inherentes a las personas.

Resultaría fatídico, es cierto, que por falta de cooperación entre naciones, crímenes graves puedan quedar sin el debido castigo. Pero antijurídico resultaría también que, en aras de mostrar reciprocidad, y  respeto hacia la Ley del país vecino, se entreguen personas a regímenes autoritarios donde no se respetan los derechos humanos, o en casos de flagrante uso de la extradición como excusa.

Las cuestiones hasta aquí valoradas vienen a ilustrar la naturaleza sui géneris de la extradición dentro de la usual línea de trabajo del abogado penalista.

Sobre el tráfico de drogas y el lavado de dinero: Estados Unidos, Alemania Austria Bélgica Bulgaria Chipre Croacia Dinamarca Eslovaquia Eslovenia España Estonia Finlandia Francia Grecia Hungría Irlanda Italia Letonia Lituania Luxemburgo Malta Países Bajos Polonia Portugal Reino Unido República Checa Rumanía Suecia

El tráfico de drogas, como actividad antijurídica, casi nunca se tipifica de manera singular. Es decir, las actividades delictivas vinculadas a la droga engendran procesos penales por cargos múltiples, puesto que, generalmente, en un mismo acusado se tipifican varios tipos penales, como por ejemplo tenencia, venta, fabricación, etcétera. En este sentido, hay que decir que, para la mayoría de los países, basta con que una de las conductas imputadas cumpla con los requisitos para extraditación, para que esta sea ordenada, sin que la pluralidad de cargos rompa con el principio de especialidad.

El lavado de dinero es otro de los delitos que entrañan pluralidad, es decir, con este término nos referimos a un conjunto de conductas encaminadas a la ocultación de dinero mal habido, a hacerlo pasar por lícito a los ojos de las autoridades.


El lavado de dinero es también, al igual que el narcotráfico, un delito que implica transnacionalidad, por lo que acostumbra a aparecer como fundamento de reclamaciones de extradición. Resulta que los capitales obtenidos por vías ilícitas frecuentemente se ocultan enviándolos a países distintos de aquel donde se desarrollan las actividades que los generan, y donde el sujeto tiene su residencia fija.


El ocultamiento del dinero se realiza en aras de que no sirva como rastro o señal de alarma de la comisión de delitos, pero existe además el propósito de evadir impuestos.   La ciencia criminológica señala que para el modo de ver las cosas del delincuente, no tiene sentido arriesgar la libertad para ganar grandes sumas de dinero, si luego se perderá una parte del mismo en satisfacer las exigencias del fisco.


No obstante, técnicas usadas para el lavado de dinero consisten precisamente en hacer pasar tales capitales como ganancias netas de negociaciones lícitas. Entonces,  su declaración y pago de los impuestos correspondientes contribuye al lavado del dinero sucio.


La intervención de segundos y terceros países en los mecanismos de lavado de dinero amplia las reclamaciones de extradición basadas en este tipo de delitos.
 
Narcotráfico y lavado de dinero son dos tipos delictivos que suelen ir de la mano, y así se ven, lado a lado, en los procesos de extradición. Los activos que se obtienen como producto de la actividad narcotraficante son cuantiosos, y no tienen justificación, así que deben ser blanqueados para su utilización pública. El dinero en efectivo es siempre sospechoso, más aun en grandes sumas, por lo que debe ser introducido en instituciones bancarias y para ello su procedencia tiene que ser lícita.


Las organizaciones de narcotráfico tienen previstas, por tanto, las operaciones necesarias para el lavado de las ganancias que se obtienen. Por los motivos expresados, en las reclamaciones de extradición por narcotráfico acostumbran a estar presentes actividades relativas al lavado de dinero, y viceversa.